Frank Sinatra está sentado, al fondo, en la última mesa del bar de Jelly, ahí, en pleno Manhattan, en la calle 52 oeste, su refugio nocturno cada vez que se arranca de los set de grabación de Los Angeles para empaparse de la ciudad que más quiere. De la Gran Manzana, como él la llama.
Es una noche de verano de 1965 y un séquito de amigotes se encarga de que su vaso de whisky nunca esté vacío y de que, por cierto, un par de rubias voluptuosas se mantengan a su lado para levantarle el ánimo. Varios fanáticos esperan desde la puerta poder llegar a su mesa y saludarlo, darle la mano o recibir un palmoteo en el hombro. Hasta que el hombre de los ojos azules, "la voz", da la señal y comienza la peregrinación. Aquella escena es una de las más memorables del famoso relato de Gay Talese, "Frank Sinatra está resfriado", publicado en la revista Esquire en 1966 con el objeto de mostrar el lado más íntimo y el magnetismo del cantante. Un texto que puede resultar perfecto para acompañar el sonido "Sinatra: New York", la novedad discográfica del cantante nativo de Hoboken, New Jersey, pero neoyorquino de corazón.
Aparecido esta semana en EE.UU., se trata de una caja de lujo, de cuatro discos compactos, que incluye un total de 71 registros inéditos en vivo realizados por el cantante sólo en escenarios de la Gran Manzana, tomas nunca antes difundidas y grabadas desde mediados de los 50 y hasta fines de los '90. "Esta preciosa colección devuelve a Sinatra a su hogar espiritual, la ciudad de Nueva York", comenta Martin Scorsese en el libro que acompaña las canciones.
Hablamos de joyas para coleccionistas como su aparición sorpresa de 1955, en el Manhattan Center, para la transmisión de radio con la que se celebraron los 20 años de la famosa orquesta de Tommy Dorsey. O aquella actuación en el edificio de las Naciones Unidas, en 1963, donde Sinatra se dejó guiar por el virtuoso piano de Skitch Henderson.
"Frank Sinatra amaba Nueva York y a los neoyorquinos. Se alimentaba de la energía y la diversidad de la ciudad. Y en cada lugar al que iba, se convertía en un lugar en el que había que estar", agrega Tonny Bennet, su amigo cantante, en el libro que incluye fotos inéditas de las comilonas posteriores en su restaurante favorito, el Patsy's.
La nueva colección también contiene un DVD con una actuación completa, 16 canciones grabadas en 1980, en el Carnegie Hall, donde el artista repasó gran parte de su carrera, con clásicos como "My way" y "New York, New York".
"Sinatra es la banda sonora de Nueva York. Sus canciones tienen el estilo de la ciudad", escribe su amigo Yogi Berra, uno de los beisbolistas que dejó el alma en las canchas de los Yankees y los Mets, los equipos emblemáticos de la ciudad.
Un disco de lujo
La edición de lujo de "Sinatra: New York", con DVD y libro incluido, todavía no tiene fecha de aparición en Chile, pero se puede encargar vía Amazon por $US 56, más gastos de envío.
Más rápido que eso es la posibilidad de descargarlo legalmente: en el mismo sitio, amazon.com, se pueden bajar en formato MP3 las 71 canciones de los cuatro discos compactos por 33 dólares, o bien comprarlas por separado a un dólar. Ahí, claro, el DVD y el libro quedarían pendientes.
Un show completo. Un concierto con 16 canciones, grabadas en el Carnegie Hall, contiene el DVD de la colección.
Es una noche de verano de 1965 y un séquito de amigotes se encarga de que su vaso de whisky nunca esté vacío y de que, por cierto, un par de rubias voluptuosas se mantengan a su lado para levantarle el ánimo. Varios fanáticos esperan desde la puerta poder llegar a su mesa y saludarlo, darle la mano o recibir un palmoteo en el hombro. Hasta que el hombre de los ojos azules, "la voz", da la señal y comienza la peregrinación. Aquella escena es una de las más memorables del famoso relato de Gay Talese, "Frank Sinatra está resfriado", publicado en la revista Esquire en 1966 con el objeto de mostrar el lado más íntimo y el magnetismo del cantante. Un texto que puede resultar perfecto para acompañar el sonido "Sinatra: New York", la novedad discográfica del cantante nativo de Hoboken, New Jersey, pero neoyorquino de corazón.
Aparecido esta semana en EE.UU., se trata de una caja de lujo, de cuatro discos compactos, que incluye un total de 71 registros inéditos en vivo realizados por el cantante sólo en escenarios de la Gran Manzana, tomas nunca antes difundidas y grabadas desde mediados de los 50 y hasta fines de los '90. "Esta preciosa colección devuelve a Sinatra a su hogar espiritual, la ciudad de Nueva York", comenta Martin Scorsese en el libro que acompaña las canciones.
Hablamos de joyas para coleccionistas como su aparición sorpresa de 1955, en el Manhattan Center, para la transmisión de radio con la que se celebraron los 20 años de la famosa orquesta de Tommy Dorsey. O aquella actuación en el edificio de las Naciones Unidas, en 1963, donde Sinatra se dejó guiar por el virtuoso piano de Skitch Henderson.
"Frank Sinatra amaba Nueva York y a los neoyorquinos. Se alimentaba de la energía y la diversidad de la ciudad. Y en cada lugar al que iba, se convertía en un lugar en el que había que estar", agrega Tonny Bennet, su amigo cantante, en el libro que incluye fotos inéditas de las comilonas posteriores en su restaurante favorito, el Patsy's.
La nueva colección también contiene un DVD con una actuación completa, 16 canciones grabadas en 1980, en el Carnegie Hall, donde el artista repasó gran parte de su carrera, con clásicos como "My way" y "New York, New York".
"Sinatra es la banda sonora de Nueva York. Sus canciones tienen el estilo de la ciudad", escribe su amigo Yogi Berra, uno de los beisbolistas que dejó el alma en las canchas de los Yankees y los Mets, los equipos emblemáticos de la ciudad.
Un disco de lujo
La edición de lujo de "Sinatra: New York", con DVD y libro incluido, todavía no tiene fecha de aparición en Chile, pero se puede encargar vía Amazon por $US 56, más gastos de envío.
Más rápido que eso es la posibilidad de descargarlo legalmente: en el mismo sitio, amazon.com, se pueden bajar en formato MP3 las 71 canciones de los cuatro discos compactos por 33 dólares, o bien comprarlas por separado a un dólar. Ahí, claro, el DVD y el libro quedarían pendientes.
Un show completo. Un concierto con 16 canciones, grabadas en el Carnegie Hall, contiene el DVD de la colección.
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