El actor estadounidense Tom Cruise tiene una cita en un juzgado la próxima semana para iniciar su proceso de divorcio de Katie Holmes, aunque está negociando mantener antes un encuentro con la actriz para tratar de "arreglar las cosas".
Lo declaró una fuente cercana al protagonista de "Top Gun" al diario Daily Mirror.
Al parecer, la intención de Cruise es hablar antes con Katie para salvar su matrimonio. Si no es así, pretende al menos evitar que los detalles de su relación se hagan públicos. "Tom no entiende que su matrimonio se haya acabado. Siente que aún hay tiempo para que él y Katie puedan llegar a un acuerdo. Sabe que quedan pocos días para un mediático enfrentamiento judicial y quiere detenerlo o, al menos, hacerlo lo más amistoso posible, dijo la fuente que pidió mantenerse en el anonimato.
Detalló que Cruise cree que aún puede "conectar con Katie y quiere sentarse con ella cara a cara. Sus abogados están trabajando, pero Tom reconoce que él es el que mejor puede comunicarse con su mujer y considera que puede retrasar la audiencia o llegar a un acuerdo provisional".
El actor se mantuvo extremadamente tranquilo y en silencio desde que su esposa sorprendió a todos al anunciar su divorcio y el reclamo de la custodia de la hija de ambos, Suri, de 6 años.
El representante de Cruise se limitó a decir que el actor está "muy triste" por las noticias, aunque fuentes de su entorno sostienen que el silencio de Tom, de 50 años, es parte de su estrategia de divorcio.
"Tácticamente, no podemos decir que Tom va a presentar un caso de divorcio y si va a pedir la custodia de Suri", aseguró su abogado, Bert Fields. "Estamos dejando a la otra parte (el equipo de Holmes) hacer su juego en los medios hasta que lleguen a todas partes y luego tendremos algo para decir", advirtió.
"Tom tiene más cosas que perder que Katie si la ropa sucia es ventilada y se revelan los hechos privados", aseguró la abogada Anahita Sedaghatfar.
El entorno de Katie Holmes, de 33 años, denunció días atrás que seguidores de la Cienciología la estaban vigilando, y ella admitió que temía que su hija fuera secuestrada.
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